Descripción
Sinopsis:
Cuando era niña, aportaba mis pequeños ahorros para comprar costales de azúcar y ayudar en el negocio familiar, dulces regionales.
Cada que se me presentaba alguna necesidad económica, acudía con papá y mamá, solicitándoles un préstamo a “cuenta de mi costal de azúcar”. Frase que con el paso del tiempo, se convirtió en un chiste local que mágicamente surte efecto y ofrece un apoyo incondicional. Ese sostén que me ha permitido salir adelante personal y económicamente, a pesar de haber experimentado el tropiezo más doloroso y desalentador de mi vida.
Autor:
Lulú Mora
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